La entrega del Premio Sajarov instituido por el
Parlamento Europeo, ha sido concedido este año a la abogada Nasrín Sotoudeh y
al cineasta Jafar Panahí por
su lucha en defensa de los derechos humanos en Irán. Ambos se encuentran
encarcelados en este momento en aquel país. Ha sido el gran Director
Costa-Gavras el encargado de leer ante el Parlamento, reunido en sesión
solemne, el mensaje de su colega. La hija de Jafar, Solmaz, ha recibido
el premio en nombre de su padre.
Costa-Gavras ha sido siempre uno de mis referentes
cinematográficos, tanto por la calidad de sus largometrajes, como por su
compromiso político. De origen griego, con un fuerte nervio narrativo,
Gavras ha conseguido ser el altavoz internacional de numerosas violaciones
masivas de derechos humanos. En su film Z describe el asesinato del político griego Grigoris Lambrakis,
en Estado de Sitio analiza el golpe militar en Uruguay y en Missing denuncia
el horror de la dictadura de Pinochet en Chile.
Hoy, en el silencio respetuoso del salón de Plenarios
en Estrasburgo, se me agolpaban en la memoria recuerdos de 1986,
año en el que en Valencia siendo yo Presidente de la Mostra de Cinema
del Mediterrani, organizamos un homenaje y editamos un libro sobre
Costa-Gavras. Escucharlo aquí, defendiendo una vez más la libertad, la
democracia y el respeto a los derechos humanos me ha reafirmado en mi
compromiso con esos mismos valores y principios.
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