El miércoles me sumé en Bruselas
al llamamiento a las movilizaciones de protesta convocadas por los sindicatos
europeos y la ciudadanía que siente como se está desmantelando la Europa social
construida con esfuerzo y lentamente tras la segunda guerra mundial. Participé
en la manifestación que ha tenido lugar frente a la Comisión Europea en la que
participaron la Confederación Europea de Sindicatos (CES), los sindicatos
españoles UGT y CC.OO. y muchos españoles que por distintos motivos se
encuentran aquí.
La huelga general en España se
justifica plenamente. Representa la negación de las políticas neoliberales de ajuste
y austeridad que se están aplicando en todos los países y que están dañando
singularmente a los sectores populares de los países del sur de Europa:
Portugal, España, Italia del sur y Grecia. Tras años de búsqueda de la
convergencia europea y la cohesión social, nos encontramos ahora a merced de
los “mercados” y las políticas de la derecha. Unas
políticas conservadoras que aplicadas con celeridad por el gobierno del Partido
Popular en España, y por las mayorías conservadoras en las instituciones
europeas, están llevando a nuestros pueblos a la precariedad, el paro, la
pobreza y la desesperación.
Se esta atacando a la parte más
vulnerable de la sociedad, despojándola de unos derechos ganados tras años de
lucha social, y escorando el equilibrio social hace los más ricos y poderosos.
Europa ha caído en las manos de los grandes especuladores, del engaño bancario
y la cultura del pelotazo. Grandes volúmenes de deuda privada convertida en
deuda publica por el sistema financiero especulador, y muchas veces con tintes
usureros, han provocado el problema de la deuda que quiere ser resuelta por la
vía de las privatizaciones, los recortes salariales, la disminución de las
prestaciones sociales y la subida de impuestos.
Las movilizaciones de los
trabajadores y la ciudadanía en España y en toda Europa son a favor del futuro
de todos. Por eso el miércoles expresé mi apoyo y solidaridad a todos aquellos
que están luchando por sus derechos difícil y sacrificadamente conquistados.
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