Bajo el lema "Dignidad", se celebró en Túnez del 26 al 31 de marzo pasados, una nueva edición del Foro Social Mundial. Más de 5.200 organizaciones sociales de todos los rincones del mundo y decenas de miles de participantes, hicieron oir su voz en este Foro convencidos de que otro mundo es posible. Temas como el cambio climático, la soberanía alimentaria, la lucha contra la violencia y el tráfico de mujeres y niños, el neoliberalismo económico y sus efectos, las desigualdades sociales, los desahucios, la emigración, los nuevos movimientos ciudadanos o los cambios en el Mediterráneo, fueron algunos de los cientos de temas que se trataron.
Algunas de las múltiples propuestas lanzadas en el FSM 2013 se recogen en la Declaración de la Asamblea de Movimientos Sociales. Vi nacer el FSM el año 2001 en Porto Alegre (Brasil). Desde entonces mucho recorrido ha sido hecho. Hoy el FSM es un referente obligado para todas las organizaciones de la sociedad civil que buscan construir un mundo mejor, contra las injusticias y las desigualdades.
Mi participación en el FSM de Túnez tuvo varios ámbitos. Uno de ellos el taller organizado por la Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas del Mediterráneo sobre "Crisis y cambios en el mediterráneo: el rol de la ciudadanía". En ese taller que contó también con la participación del Encuentro Civil Euromediterráneo (ECEM), se debatió y analizó el rol que juegan los ciudadanos y ciudadanas del mediterráneo en las crisis y cambios que se están desarrollando en varios países.
Tanto en la orilla Norte, como en la Sur como en la Este, es necesaria una respuesta colectiva de la ciudadanía que muestre su decidida voluntad de orientar y realizar los necesarios procesos de cambio en búsqueda de las libertades, la democracia, la justicia, la dignidad, el desarrollo y la paz. La tolerancia y el respeto de la diversidad constitutiva de la identidad mediterránea, se configuran como valores centrales de los procesos de cambio iniciados.
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