En un contexto marcado por la crisis, los conflictos y el futuro incierto en todo el Mediterráneo, se ha celebrado en Bruselas los días 11 y 12 de abril la novena sesión plenaria de la Asamblea Parlamentaria de la Unión por el Mediterráneo, un foro que reúne a los representantes parlamentarios de las dos orillas del Mediterráneo para debatir y adoptar medidas en temas como energía, economía, igualdad, mujer y cultura.
En mi intervención en esta sesión plenaria, he explicado una realidad que día a día está cobrando más interés: la creciente fuerza que ha alcanzado la ciudadanía como nuevo actor social. Una ciudadanía que cada vez es más consciente no sólo de su poder como origen de toda legitimidad política, si no también de su responsabilidad para exigir sus derechos a los representantes parlamentarios, y que además, está desarrollando una verdadera "diplomacia ciudadana" complementaria a las tradicionales para hacer oír su voz en un marco más amplio.
Así lo he podido constatar en mi participación en Foros como el Foro Mediterráneo Anna Lindh de Marsella, que se celebró a principios de abril, y el Foro Social Mundial de Túnez de finales de marzo.
Por ello, debemos ser conscientes de la importancia que tendrá para el futuro el desarrollo de la ciudadanía mediterránea, al tiempo que debemos ampliar los mecanismos y herramientas de integración económica, política y social de los pueblos del mediterráneo. Todo ello, permitirá la permanencia en el tiempo de los valores y principios de libertad, igualdad, democracia, solidaridad y dignidad que exigen los ciudadanos y ciudadanas del Mediterráneo.
La dimensión ciudadanía mediterránea está siendo desarrollada con intensidad desde la Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas del Mediterráneo (ACM), de cuyo Consejo Consultivo forma parte. Os invito a firmar la Carta Constituyente de la ACM.
No hay comentarios:
Publicar un comentario