martes, 19 de noviembre de 2013

Cumbre de los Consejos Económicos y Sociales del Mediterráneo en Barcelona





La semana pasada, se celebró en Barcelona la "Cumbre Euromed de Consejos Económicos y Sociales e Instituciones similares" (CESEMed), organizada por la Unión por el Mediterráneo, junto con el Comité Económico y Social Europeo y el Consejo Económico y Social de España. En un contexto político, social y económico difícil para ambas orillas del Mediterráneo, se hace necesario más que nunca articular puntos de encuentro que refuercen el papel de la sociedad civil para desarrollar nuevas formas de cooperación que fortalezcan los lazos comunes que nos unen.
 

Intervine en el debate para enfatizar que la ciudadanía de ambos lados del Mediterráneo lo está pasando mal. Los escenarios de guerra, fuertes enfrentamientos, desestabilización y crisis económica y social están convirtiendo al Mediterráneo en un mar de conflictos múltiples. En ese cuadro es imprescindible que redes como la Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas del Mediterráneo desarrollen su capacidad de análisis y de propuesta.

Los CESEMed han expresado su preocupación por una situación que parece enquistarse como un fenómeno sin solución. Algunas dimensiones como el empleo juvenil, la situación de las mujeres, el acceso al agua o los flujos migratorios, fueron tratados singularmente.
 

Programas como "Erasmus para jóvenes emprendedores" pueden contribuir al desarrollo económico y facilitar la cohesión social. Y es imprescindible seguir batallando para eliminar las barreras que debilitan, marginándolas, el gran potencial humano que constituyen las mujeres. Hay que denunciar la situación de los derechos de la mujer en determinados países, y en especial en las zonas rurales, así como el limitado acceso a la educación, la discriminación o la violencia que se ejerce contra ellas.
 

El agua es uno de los recursos clave en la región. Su escasez afecta al 60% de la población y repercute en la situación política, económica y social de la zona. La alimentación, la agricultura, la industria y el turismo se ven afectados negativamente por este problema. Por ello es urgente desarrollar nuevos programas y redes para el uso eficiente del agua. Garantizar el acceso al agua desde su consideración como bien común es un derecho fundamental.

Dramáticos hechos como el de Lampedusa, hace algunas semanas, vuelven a plantear el grave problema de la movilidad y la inmigración en el Mediterráneo. Favorecer la movilidad de las personas, la adopción de una auténtica política europea de inmigración con terceros países y la puesta en marcha de programas para el desarrollo económico de la orilla sur, son algunas de las principales vías para evitar la muerte de miles de personas, como resultado trágico de la búsqueda de mejores formas de vida por parte de poblaciones marginalizadas por el sistema económico dominante.

Podéis leer aquí la declaración final en inglés o en francés.





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