viernes, 22 de noviembre de 2013

Preocupación por el acaparamiento de tierras en Colombia



Hace unos días, he firmado una carta en la que junto con otros Eurodiputados, manifestamos nuestra preocupación y malestar por el proceso de acaparamiento de tierras que se está produciendo en Colombia, y en especial, en la región de Altillanura. 

El acaparamiento de tierras corre a cargo de grandes compañías transnacionales que van a desarrollar grandes proyectos industriales. Este proceso, atenta contra la legislación colombiana (según la cual las tierras públicas deben ser adjudicadas a los campesinos y no pueden sobre pasar una determinada extensión). Preocupa también el impacto social para cientos de campesinos que se verán desplazados y los indígenas que habitan en la zona y la destrucción y deterioro de un ecosistema rico en biodiversidad y recursos hídricos. Los más débiles verán su capacidad de sustento mermada en favor de las grandes industrias mercantiles.  

Este proceso, cuenta con el beneplácito del gobierno colombiano, que se ha mostrado permisivo con este tipo de proyectos. Tampoco los procesos judiciales han conseguido resultados concretos. Incluso varios líderes políticos que han denunciado los hechos, han sido amenazados de muerte. El acaparamiento de tierras influye también en el largo conflicto armado que sufre el país y lleva consigo actuaciones ilegales y violaciones de Derechos Humanos. 

Ante esta situación de desamparo e indefensión, me he sumado a los eurodiputados que han firmado la carta sobre el acaparamiento de tierras en Colombia. La carta, dirigida a la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Seguridad de la UE, y a los Comisarios Europeos de Desarrollo, Cooperación Internacional y de Comercio, quiere llamar la atención de las instituciones de la Unión Europea sobre esta cuestión. 

Confiamos que entre todos se pueda impulsar una solución a este grave problema. 



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