miércoles, 5 de diciembre de 2012

La protección de la Sierra de Cazorla y la situación de los organismos genéticamente modificados



Esta semana, en la sesión de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo de la que soy miembro, he participado en el debate de dos temas de gran importancia ciudadana.


Por un lado, se ha visto la denuncia presentada por T.F.T. en nombre de la Plataforma por la defensa de los valles verdes, contra los negativos  impactos ambientales ocasionados por las captaciones de agua y perforaciones de pozos en el parque natural Sierra de Cazorla, Segura y las Villas (Jaén). La denuncia entró en el Parlamento el año 2010. Se calcula que en este momento la extracción de agua se eleva a 45l/s, lo que significa unas 2 piscinas olímpicas diarias. La Comisión Europea había decidido hace meses instruir un proceso de infracción que no ha sido diligenciado. Además se han pedido medidas correctoras al gobierno de España que aparentemente está ganando tiempo sin actuar eficazmente. La Comisión de Peticiones entiende que no se está respetando el principio de precaución, ni siguiendo la Directiva Hábitats, por lo que se debe continuar con el proceso de infracción.  En mi intervención, subrayé la importancia del factor tiempo en estos casos de agresión a la naturaleza y al medio ambiente. También he lamentado la lentitud de la Comisión en poner en marcha los procedimientos acordados, y en consecuencia me he sumado a la solicitud de los denunciantes y de los miembros de la Comisión de Peticiones para que la Comisión Europea abra ya el proceso de infracción acordado con el fin de salvar un ecosistema muy vulnerable que no entiende de los lentos tiempos administrativos. 

Por otro lado, la comisión de Peticiones trató el tema de los OGM (Organismos Genéticamente Modificados) y sus efectos sobre las personas, los animales y las plantas. El peticionario, el británico John Brian, cuestiona el papel de la agencia EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) y de la Comisión Europea en relación a las autorizaciones de cultivo de algunos vegetales modificados genéticamente. Brian critica especialmente la precipitada, y no suficientemente contrastada, evaluación por parte de la EFSA del informe Séralini (se puede leer el informe aquí en inglés) sobre maíz genéticamente modificado, en que el Doctor Seralini informa tras años de seguimiento de posibles riesgos para la salud asociados con este producto (la evolución está disponible en inglés en este link).

En mi intervención, destaqué que la doctrina de la Comisión Europea considera el principio de precaución como prioridad absoluta para proteger la salud de los seres humanos y los animales. En consecuencia se necesita un debate mas amplio, informado y sosegado del Informe Séralini, quizás con su propio autor, para saber realmente si los OGM tienen algún riesgo grave para la salud. Insistí en la necesidad del Parlamento Europeo y la Comisión Europea de defender el principio de precaución, para evitar irreversibles daños. He señalado que entre las empresas de producción y distribución de los productos agrarios genéticamente modificados y la ciudadanía existe una confrontación de intereses muy importante. Convendría contar con potentes estructuras de investigación publica de calidad para poder mantener su independencia profesional.  Mi propuesta de invitar al  Doctor Séralini a comparecer ante la Comisión de Peticiones para explicar su  estudio y las conclusiones que de él se derivan fue acogida en sus conclusiones por la Presidenta de la Comisión de Peticiones, Erminia Mazzoni. La Comisión de Peticiones se manifestó de acuerdo en mantener el tema abierto y darle seguimiento.

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