El pasado jueves 27 de febrero, en la sesión plenaria de Estrasburgo, se aprobó el Informe sobre la situación de los Derechos Fundamentales en la Unión Europea en el año 2012.
En la naturaleza de la Unión Europea se encuentra la promoción y respeto de los derechos fundamentales. La defensa de los derechos fundamentales está inscrita e los Tratados, en la Carta de Derechos Fundamentales y en una amplia legislación europea. Pero a pesar de ello, la Unión y sus Estados miembros deben todavía mejorar muchos aspectos relacionados con el respeto de los derechos fundamentales.
En el informe que menciono, se establecen recomendaciones y propuestas para paliar las deficiencias existentes. Preocupan, y se condenan determinadas tendencias, en especial las que hacen referencia a la inmigración y al asilo, a las minorías, a las poblaciones vulnerables, a la seguridad, al terrorismo, a la discriminación, a la libertad de prensa, a la libre circulación y a los derechos sociales y sindicales.
Existe preocupación por la regresión de estos derechos en la Unión Europea. La dignidad, las libertades, la igualdad, la solidaridad, la ciudadanía y la justicia son algunos de los ámbitos en los que se observan ciertas limitaciones. Por ello, el informe insta y propone una serie de compromisos para que las Instituciones Europeas y los Estados miembros eviten caer en la vulneración de derechos fundamentales.
La Unión Europea, los pueblos europeos, durante años y años ha construido un espacio de respeto y garantía de estos derechos. Derechos que deben continuar, fortalecerse y ampliarse. Y ningún contexto económico, político o social, por complejo que sea, debe ser excusa para dar un paso atrás.
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