martes, 8 de abril de 2014

Diplomacia ciudadana para el Mediterráneo




En el año 2008, un grupo de ciudadanos y ciudadanas de varios países del Mediterráneo lanzaron la iniciativa Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas del Mediterráneo (ACM), para impulsar el papel de la ciudadanía en la región del Mediterráneo. Esta iniciativa, de la que soy uno de los fundadores, nació con el objetivo facilitar sinergias y crear una red mediterránea de acción ciudadana que favorezca la integración de todos los pueblos del Mediterráneo.

La  actual y conflictiva situación económica, política y social tanto en la orilla norte como en la orilla sur del Mediterráneo, produce un claro distanciamiento y desconfianza de la ciudadanía hacia las instituciones publicas. En ese contexto la ACM quiere promover el debate, las acciones y los proyectos que favorezcan una participación activa de la ciudadanía a todos los niveles. La ACM considera que los ciudadanos han de ser los verdaderos protagonistas del futuro de la región y que de ellos emanan todas las fuentes de legitimidad de los poderes políticos democráticos.

Hace unos días, la ACM intervino en la reunión de la Delegación del Parlamento Europeo para las relaciones con los países del Magreb. Barah Mikail, investigador y miembro del Consejo Consultivo de la ACM, explicó los principios y valores de la ACM, sus actividades durante los últimos años y los logros alcanzados. La ACM avanza en su objetivo de articular una red de acción ciudadana en el Mediterráneo que permita la emergencia de la ciudadanía mediterránea y una comunidad de pueblos mediterráneos.

Intervine señalando que el espacio geopolítico de la frontera sur de la Unión Europea, el Mediterraneo, no es un mar de paz sino un mar por el que la circulación de armas de guerra es más grande que nunca. Las instituciones de la Unión Europea transmiten una cierta impotencia hacia esta realidad conflictiva, y han de ser los ciudadanos y ciudadanas de los pueblos mediterráneos los que exijan sus derechos.

Ahora, cuando las transiciones a la democracia en varios países del Mediterráneo han sido bloqueadas o están amenazadas, es necesario oír a la ciudadanía y respetar sus derechos y demandas. La ACM está creando en esa perspectiva espacios de encuentro y diálogo donde la ciudadanía pueda expresarse libremente, poner en común las realidades y plantear propuestas desde la ciudadanía.

Un nuevo concepto se está abriendo camino en la práctica, el de la diplomacia ciudadana.


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