miércoles, 5 de junio de 2013

Constitución en Valencia de la Comisión Salvador Allende


Este año se recuerda el 40 aniversario del cruento golpe de estado que derrocó al Gobierno democrático y de izquierdas de la Unidad Popular en Chile. Ese golpe militar, encabezado por el traidor y corrupto General Pinochet, causó la muerte del Presidente  Salvador Allende, uno de los políticos socialistas mas reconocido en Chile, en América Latina y en Europa. Su sacrificio aquel 11 de septiembre de 1973 no ha sido olvidado y su estatura moral en defensa de las libertades, la democracia y la dignidad del pueblo de Chile sigue acrecentándose.  
 
Para conmemorar su legado, su relevancia como político socialista, su nombre y su memoria, se ha constituido la Comisión Allende, integrada por diferentes plataformas sociales, sindicatos de trabajadores y partidos políticos de izquierda. A lo largo de los próximos meses y coordinadas por esta Comisión, se celebrarán en Valencia exposiciones, mesas redondas, debates y recitales que culminarán el 11 de septiembre con el homenaje "Allende Vive", en la plaza Salvador Allende de la capital, situada en un barrio popular y que fue inaugurada por el Ayuntamiento de izquierda de la ciudad hace treinta años.
 
El pasado jueves 30 de mayo en un acto público se presentó la Comisión Allende, de la que me honro en formar parte. Con ese motivo participé en la mesa integrada por la UGT, CC.OO, IU y PSPV que, dinamizada por Casa Chile de Valencia, presentó los diversos y ricos perfiles políticos y humanos del Presidente Allende.
 
Me correspondió contar algunas de mis vivencias y sentimientos de aquel periodo que tan intensamente ha quedado en mi memoria. Vivencias de alegría compartida y de pena, sentimientos encontrados de impotencia ante la violencia barbará desatada y rabia permanente frente a las injusticias y déspotas autoritarios al servicio de intereses políticos y económicos bien concretos.
 
Quiero terminar citando unas palabras del Presidente Allende pronunciadas en su ultimo mensaje al pueblo de Chile, el 11 de septiembre de 1973 desde el palacio de Gobierno La Moneda, pocas horas antes de morir para vivir eternamente como un ejemplo de dignidad y consecuencia democrática y revolucionaria:
 
"El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse. Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino, superaran otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse.
 
Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.
 
¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
 
Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que, por lo menos, serán una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición".
 
* Mas información sobre Salvador Allende: http://www.salvador-allende.cl/

 

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